Aunque todavía no se puede demostrar una relación de causa-efecto, una nueva investigación -basada en más de 400.000 personas que participaron en un estudio de 14 años- coincide con los resultados de otros estudios recientes.
La cuestión es que cuando se han tenido en cuenta el tabaquismo y otros factores que influyen en la salud y la longevidad, se ha descubierto que los consumidores de café que participaron en el estudio vivieron algo más que los que no tomaban. Además, cuanto más café consumían cada día -por lo menos hasta cierto punto-, más incrementaba la longevidad.
Los beneficios derivados del consumo de café que se han observado no son enormes: la tasa de mortalidad de los consumidores de café fue entre un 10% y un 15% más baja que la de los que no tomaban. Pero los resultados son ciertamente alentadores, y dada la cantidad de personas que toman café, el número de vidas afectadas puede ser bastante elevado.
Desmontando el mito
Durante las últimas décadas, los expertos han advertido repetidamente que beber café podía perjudicar la salud y acortar la vida. Y, en efecto, el nuevo estudio ha descubierto que, si los datos se relacionan sólo con el factor edad, el riesgo de muerte de los consumidores de café es más elevado.
Pero cuando los investigadores han tenido en cuenta otras características relacionadas con la salud, como el tabaquismo, el consumo de alcohol y de carne, la actividad física y el índice de masa corporal, se ha descubierto que los que habitualmente tomaban café vivían más tiempo. "Los consumidores de café no tienen que sufrir", afirma Neal Freedman, el epidemiólogo del National Cancer Institute que ha dirigido el estudio. "Los riesgos que corren son muy parecidos a los de los no consumidores".
Los consumidores de café que estaban relativamente bien de salud al comienzo del estudio tenían menos probabilidades que los no consumidores de morir de enfermedad cardiaca o respiratoria, derrame cerebral, diabetes, infecciones, heridas y accidentes. El estudio, publicado en mayo en el New England Journal of Medicine, analizó los datos de los 402,260 adultos que participaron en el estudio Dieta y Salud efectuado por los Institutos Nacionales de la Salud y la AARP. Tenían entre 50 a 71 años y en 1995, cuando comenzó el estudio, no padecían ninguna enfermedad cardiaca ni cáncer, ni habían tenido ningún derrame cerebral. En 2008 habían muerto 52.515. Freedman y sus colaboradores han investigado la causa de estas muertes y la relación con la cantidad de café que, al inicio del estudio, dijeron que consumían.
El riesgo de muerte bajaba gradualmente en la misma proporción que aumentaba el número de tazas consumidas por los participantes hasta cuatro o cinco. Con seis tazas o más al día, el riesgo de muerte subía ligeramente en comparación con los que tomaban cuatro o cinco. Pero las probabilidades de muerte seguían siendo más bajas que entre las personas que no tomaban café.
Contrariamente a lo que se creía, el café, consumido en las cantidades habituales, no es más diurético que el agua.Hasta seis tazas al día equivalen a la ingesta de líquido que se suele recomendar.
Efectos en la salud
El café es una sustancia compleja que contiene más de 1.000 compuestos que pueden afectar la salud. La cafeína, un estimulante, es el más estudiado y buscado. La cantidad de cafeína que hay en el café puede variar mucho: desde unos 70 miligramos en un café expreso hasta los cerca de 100 miligramos en 230 gramos del mejor café
Pero los niveles de cafeína pueden variar mucho, incluso en preparaciones similares. Como explicaban Jane V. Higdon y Balz Frei, de la Universidad Estatal de Oregón, en Critical Reviews in Food Science and Nutrition, si compras el mismo tipo de café en la misma tienda seis días diferentes, el contenido de cafeína de una taza de 230 gramos puede variar de 130 miligramos a 282.
La cafeína tampoco es el único compuesto del café importante para la salud. El nuevo estudio ha descubierto pocas diferencias o ninguna entre las tasas de mortalidad de los consumidores de café con cafeína y las de los consumidores de descafeinado. Los investigadores señalan que hay otras sustancias -como los antioxidantes y los polifenols- que probablemente también inciden en la salud.
Los resultados del estudio deberían tranquilizar a los que se preocupan por los posibles perjuicios provocados por las sustancias que se utilizan desde hace tiempo para extraer la cafeína del café. El miedo a estos productos químicos ha llevado a muchos fabricantes a adoptar el método suizo del agua para eliminar la cafeína.
El rol de la cafeína
La manera de preparar el café, sin embargo, puede influir en la salud. Se sabe que dos importantes sustancias químicas presentes en los granos de café, el Cafestol y el kahweol, hacen subir los niveles de colesterol en la sangre, sobre todo el dañino para las arterias. En el café de filtro estas sustancias se eliminan, pero siguen presentes en el café expreso, el cocido y el infusionado. Las cápsulas individuales, como las Nespresso, ya tienen filtros.
Aunque el café puede causar un aumento temporal de la presión arterial, el nuevo estudio, al igual que los anteriores, ha llegado a la conclusión de que el riesgo de enfermedad cardiaca es inferior entre los consumidores de café en buen estado de salud. Otras ventajas apuntados por estudios más recientes son la reducción del riesgo de contraer la diabetes de tipo 2, enfermedades hepáticas y Parkinson. Algunas investigaciones han descubierto que los consumidores de café tienen menos riesgos de caer en una depresión, o de contraer demencia o enfermedad de Alzheimer.
El café también puede ser beneficioso para los que hacen un intenso ejercicio físico, pero sólo si contiene cafeína, la cual ayuda a los músculos a aprovechar los ácidos grasos para obtener energía y la fatiga muscular aparece más tarde. También alivia el dolor muscular posterior al ejercicio físico y acorta el tiempo de recuperación.
Todavía es objeto de polémica la posibilidad de que el café represente un riesgo para las embarazadas. No se ha demostrado la relación causal entre el consumo de café y el aborto involuntario con ingestas de cafeína inferiores a 300 mg al día, pero algunos estudios han descubierto que, con un consumo de más de 150 miligramos al día, sí que aumenta el riesgo de bajo peso del bebé.
Una alternativa a la aspirina
Tenga en cuenta, también, que la cafeína es una droga. Algunos medicamentos, como Tagamet y Diflucan, los estrógenos y los antibióticos como Cipro y Levaquin, interfieren con el metabolismo de la cafeína y pueden multiplicar sus efectos.
En otros casos, la cafeína puede potenciar el efecto de fármacos como la aspirina (y esto va bien para aliviar el dolor). La cafeína puede ser tóxica si se consume con las dosis de clozapina que se recetan como medicamento antipsicótico.
Fuente del Artículo: http://www.articuloz.com/cafe-articulos/el-cafe-puede-ser-un-aliado-para-la-salud-7350844.html
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