Consulta de Mr. Thorpe
Serenísima: ¿dónde empiezan y acaban realidad y fantasía?
Respuesta de Jili Poleli
Veo que mi última consulta te ha inspirado. Mi intuición me dice que lo que en realidad te importa es no inevitablemente meter la pata y hacer buenos ligues y no el Pilates. Las quimeras también son fantasías. Tu nombre me recuerda a alguien que no podía decir bien muchas palabras: polígamo por poligono, putilingüe por polilingüe, bellesa, poblema, etc. Esta alma cree en la reencarnación y me dijo que para sus futuras existencias no pedia dinero, fama ni otras obviedades, pedía solamente tener una buena cabeza. Le repliqué que repetir lo mismo resultaría tedioso y hasta aborrecible, nadie quiere comer lo mismo cada día por muy bueno que sea; más versátil y educativo, continúe, sería en una vida ser una persona seria y en otra una fresca, en una tener buen culo y otra buena boca, aunque de esto último, en verdad, no andas mal.
Casualmente al empezar a contestar tu pregunta, en la televisión dieron un reportaje sobre los comienzos de la filmación y de la falsificación que desde el primer momento la acompañó. Nunca los espectadores han podido saber si lo que se les muestra filmado es realidad o falsificación. Tu consulta es tan super super filosófica que la he pasado al CoSa, su respuesta:
Diríamos que tu pregunta no tiene respuesta, al menos nosotros no la tenemos. Dejando los lindes aparte y filosóficamente hablando, podríamos decir que la realidad es lo que es y nos manejamos con lo poco que conocemos de ella. Como ejemplo tenemos cosas que nos afectan y de las que poco sabemos: dinero, finanzas, matemáticas, ingeniería social, manejar relaciones... e hipotéticamente la realidad que esté más allá de la comprensión humana o del individuo en particular. A groso modo diríamos que fantasía es todo lo que no es conocimiento evidente, o lo que no tiene sentido, y por tanto muchas narraciones e interpretaciones serían fantasías. Afirmar lo que se ignora es fantasía, la opinión que no se basa en evidencia, si no es hipotética, es también fantasía. Las narraciones y las interpretaciones suelen ser interesadas cuando no falsas, tergiversadoras o silenciadoras e imposiblemente objetivas aunque pueden querer ser imparciales. Si suponemos que nuestro conocimiento evidente es, por ejemplo, un cuatro por ciento y el resto especulación o fantasía, vivamos la Pía Fantasía.
